Maytenus senegalensis subsp. europaea

Descubre esta planta perteneciente a la familia Celastraceae

Nombre científico y común

Maytenus senegalensis (Lam.) Exell. subsp. europaea (Boiss.) Güemes & M. B. Crespo (≡ Celastrus europaeus Boiss.) (Güemes & Crespo, 1990; Castroviejo et al., 1997; Blanca et al., 2009), a partir de ahora abreviado como Maytenus europaea, popularmente se denomina «arto», «espino cambrón» o simplemente «pincho», aunque es una especie con un alto valor ecológico y biogeográfico.

 

Características Botánicas

El arto es un arbusto monoico de hasta 3(4) m, muy espinoso (braquiblastos de 2 a 5 mm terminados en espina) y glabro. Presenta tallos con ramas muy intrincadas y característicamente arqueadas, con la corteza lisa y cenicienta. Algunas ramas especiales (rámulos) de (1) 2-5 cm, son patentes y llevan hojas y flores, terminados en espinas recias y punzantes. Las hojas son de 1–3,5(4) cm, persistentes, alternas en las ramillas y fasciculadas en los braquiblastos, espatuladas, obovado–oblongas o anchamente elípticas, subenteras o crenadas, obtusas, de base atenuada, coriáceas, a veces glaucas.

Las inflorescencias aparecen en cimas densas, 3-4(5) veces bifurcadas, con brácteas pestañosas, cortamente pedunculadas. Las flores son blanquecinas, de 4-6 mm de diámetro, actinomorfas, hermafroditas, pentámeras, con disco nectarífero pentalobulado. Cáliz con sépalos soldados en la base, con lóbulos de c. 2 x 2 mm, ovados, de margen escarioso, a veces irregularmente denticulados en el ápice y de un color verdoso. Corola con pétalos de 1,7-2,3 x c. 1 mm, oblongos y blancos. Estambres (4)5. Ovario con (1)2(3) lóculos. Fruto en cápsula de 3,5–4,5 x 3–3,5 mm, elipsoidea o subglobosa, coriácea, bilocular o unilocular por aborto, negruzca. Sus semillas son de unos 3-3,6 x 2,5-3 mm, más o menos plano-convexas, pardo-rojizas, brillantes y recubiertas por un arilo cupuliforme de margen irregular (Benedí et al., 1997; Blanca et al., 1999).

 

Aspectos sobre su Ecología

M. europaea forma parte de maquias y matorrales muy variables en composición y estructura según la ecología y el grado de perturbación de la localidad. Suelen acompañarse por Withania frutescens, Chamaerops humilis, Ziziphus lotus, Osyris lanceolata, Pistacia lentiscus, Periploca angustifolia, Lycium intricatum, Rhamnus alaternus, Rhamnus lycioides, Rhamnus oleoides, Ephedra fragilis, Asparagus albus, etc., y también aparece junto a Aristolochia baetica, Salsola webbi, Buxus balearica, Cneorum tricoccum, etc. Las formaciones vegetales que habita pertenecen a la fase madura o clímax de varias series de vegetación climatófilas y edafo-xero-psammófilas, formando parte de distintas asociaciones de vegetación (Zizipho-Maytenetum europaei, Ziziphetum loti, Mayteno-Periplocetum, Oleo-Maytenetum europaei, Cneoro-Buxetum balearicae, Calicotomo-Maytenetum senegalensis, Arisaro-Tetraclinidetum articulatae, entre otras; i.e., Díez-Garretas et al., 2005) restringidas al sureste ibérico bajo bioclima predominantemente xérico termomediterráneo.

Efectivamente, aparece en un amplio rango bioclimático, en sitios con precipitaciones anuales entre 550 mm (Pizarra, Málaga) y 200 mm (Mazarrón, Murcia), aproximadamente, y donde la cercanía al mar es clave por la influencia oceánica de las masas de aire húmedo del Mediterráneo. Sin embargo, térmicamente se restringe al termotipo termomediterráneo, siempre en sitios sin heladas invernales (Tª medias mínimas > 10°C) (Manzano, 2020). Es indiferente edáfica, asentándose en sustratos calcáreos o silíceos, aunque sobre filitas maláguides parece ser menos competitiva. También es amplio su rango de resistencia a diferentes geomorfologías y topografías, ya que aparece desde zonas llanas con suelos profundos y bien estructurados, hasta biotopos extremos, como subrupícola en zonas con mayores precipitaciones, o en el fondo de ramblas y micro-ramblas buscando compensación hídrica cuando el ambiente es muy árido.

Cuando predomina M. europaea en estas formaciones (“artineras”, “artales”), son muy importantes para la fauna y flora, ya que este taxón puede ser una especie ingeniera del ecosistema con relevante efecto facilitador para otras especies (Mota et al., 1996; Luque et al., 2000). Las islas de vegetación arbustiva que conforma cuando alcanzan el desarrollo maduro enriquecen el suelo (isla de fertilidad) y crean un microhábitat interior con temperatura y humedad distintas a las del entorno exterior, siendo refugio de muchas otras especies de plantas y animales invertebrados y vertebrados (roedores, aves, reptiles, etc.) (Rey et al., 2016, 2018). Por ello, es fundamental el análisis de la conectividad ecológica en todo su rango ambiental y geográfico (sureste ibérico y norte de África), y la búsqueda de variables de interrelación de poblaciones, a nivel ecológico y genético (González-Robles et al., 2021). Los artales muestran uno de los índices más elevados de diversidad funcional entre los matorrales mediterráneos, con tipos y grupos funcionales en los que se observa la característica de refugio, no solo para taxones sino para tipos biológicos de plantas, algunos únicos, como la propia secuenciación fenofásica anual de Maytenus (Pérez Latorre et al., 2010).

Como infraestructura verde de zonas costeras el “arto” aporta otros importantes servicios ecosistémicos, actuando como una de las especies clave en el control de erosión, desertificación y mitigación del cambio climático en el sureste ibérico. No obstante, se sabe poco todavía sobre sus funciones ecológicas y sobre los procesos que rigen en estas biocenosis. Estas garrigas xerotérmicas podrían revelar aspectos importantes sobre el impacto del cambio global en un área crítica como el sureste semiárido español.

Aspectos sobre su importancia Biogeográfica

El arto habita en formaciones vegetales relictas de áreas costeras del sureste de la península Ibérica y del norte de África. Efectivamente, es un arbusto íbero-norteafricano adaptado al actual clima mediterráneo, pero que procede de un ancestro terciario de origen paleotropical. Junto con otros linajes, M. senegalensis (Lam.) Exell (≡ Celastrus senegalensis Lam.; ≡ Gymnosporia senegalensis (Lam.) Loes.) atestigua la existencia de un pasado subtropical sabanoide en el sureste ibérico, donde hubo condiciones de clima más cálido y mucho más húmedo que el actual. De hecho, la subespecie tipo de M. senegalensis está muy extendida en las regiones de sabana de África tropical, llegando a la península arábiga, Afganistán e India, siendo utilizada actualmente en medicina tradicional africana e india (dolencias respiratorias, inflamación, infecciones microbianas y aplicación tópica en heridas) (da Silva et al., 2011)

La presencia de M. europaea en la flora del sureste ibérico al igual que otras especies paleoendémicas de origen tropical y subtropical como Tetraclinis articulata, Periploca laevigata s.l. o Ziziphus lotus, tiene su origen en el Cretácico Inferior, estando relacionada con la historia paleogeográfica y paleoclimática del Mediterráneo desde el Plioceno (Blanca, 1993). Estudios paleoecológicos ponen de manifiesto, que durante el Último Máximo Glacial (UMG) hace unos 20.000 años, estas especies se refugiaron en áreas bioclimáticas hoy día termomediterráneas costeras, donde las condiciones climáticas eran más favorables (Carrión et al., 2003), dando como resultado procesos de diferenciación y especiación por aislamiento. Esta historia evolutiva ha provocado la adaptación de M. europaea al clima mediterráneo seco y árido, apareciendo actualmente en zonas costeras del sureste ibérico de Málaga, Granada, Almería, Murcia y Alicante.

Mendoza-Fernández et al. 2022. The Relict Ecosystem of Maytenus senegalensis subsp. europaea in an Agricultural Landscape: Past, Present and Future Scenarios. Land, 10(1), 1. https://doi.org/10.3390/land10010001

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